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Los procesos de producción de los alimentos y la gestión de los residuos generados por ellos son casi siempre fuente de contaminación atmosférica.
Para los polvos Air Clean realiza sistemas de captación y separación a través de filtros a seco o filtros a húmedo. En algún caso los polvos separados se pueden volver a poner en el proceso productivo (ej. migas producidas en la operación del corte del pan).
Para las sustancias contaminantes en forma gaseosa (principalmente VOC) el origen natural de la contaminación permite casi siempre el empleo de sistemas de eliminación biológica con consiguiente ahorro en términos de costes de gestión.
En algunos casos no es tampoco necesario proceder a una efectiva degradación de los contaminantes, si no que es suficiente aprovechar la dilución que se puede obtener a través del envío a una chimenea de altura adecuada.