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El funcionamiento de los biofiltros se basa en la oxidación de las sustancias contaminantes, efectuada por las bacterias que viven en la película liquida alrededor de los materiales de relleno.
Desde el punto de vista mecánico estos equipos están constituidos por una rejilla donde el material filtrante se instala.
Un circuito de lavado superficial garantiza la manutención de las correctas condiciones de humedad y temperatura. El riego es intermitente.
Los materiales filtrantes utilizados varían desde los materiales de simple desecho (ej. astillas de madera) a materiales estudiados específicamente para la biofiltración del aire.
Air Clean distribuye en exclusiva los biofiltros Mónafil®, patentados por la sociedad irlandesa Bord na Mona.
Las principales ventajas del empleo de este material filtrante son las siguientes: larga duración, bajas pérdidas de agua, posibilidad de realizar lechos filtrantes de hasta tres metros de altura y una elevada eficacia en remover los olores.